Canaletas rotas

Y las canaletas rotas sobre mi techo vacían agua dentro de mi santuario, caen gota a gota en los baldes puestos para evitar que se desparramen. Llueve dentro de mi hogar...llueve dentro de mi hogar, escucho las gotas sonar al chocar contra el balde, escucho también la lluvia fuera en mi patio, fuera en el centro, fuera en las calles, fuera en los cuerpos de quienes decidieron salir sin miedo a ese contacto. Siento el frío que trae cada gota en sus bordes, siento la ternura que traen dentro cada gota, siento ese amor del mundo natural.
Y las canaletas rotas sobre mi techo no se pueden arreglar porque el mundo a rasgado nuestros bolsillos, llevándose hasta el hilo que sostenía mi pantalón, inestabilidad económica, inestabilidad material...aprendimos a vivir a la intemperie, nos adaptamos al sonido de la lluvia en el hogar, al sonido de las puertas al rechinar, al sonido de la luz al cortarse, al sonido de un sartén que fríe sin nada dentro. Nos adaptamos al sonido de una risa sincera, al sonido de amigos en el living, al sonido de la tranquilidad, al sonido de un caminar en calma, al sonido del amor en un compartir un medio paquete de fideos entre cinco, estabilidad emocional, estabilidad espiritual.
Llueve dentro de mi hogar y cada gota cae en la cima de mi cabeza, cae en los recuerdos de los muertos que viven y de los vivos que mueren, esa gota penetra en la cima de mi cabeza y llega hasta el centro de mi alma, refresca mi vida, refresca mi espíritu sediento...Que bueno que llueva en mi hogar, que bueno que no podemos arreglar esas canaletas rotas, que bueno que tenemos inestabilidad económica, porque con eso no crecerían flores dentro de mi hogar, regadas con cada gota que cae de mi techo, acariciada por cada brisa de frío que entra por los espacios de mi santuario. Aleja a los corazones falsos, aleja a los impostores, atrae a los transparentes, acerca a los que existen de verdad.

"Todo cambia menos el cielo y sus nubes de colores"