Siempre te miro mientras caminas al lado mio, admirando cada gesto que posees en tu existencia, admiro como haces eso de no mirarme directamente, pero sabes que tengo mis ojos fijos en ti buscando tu mirada, admiro tu risa, esa que suena despacio por los pasillos y las calles en donde caminamos, pero que en mi alma suenan como gritos de alegría que reflejan tu disfrutar, admiro que me busques necesitando de mis abrazos y mis besos, y aunque no lo creas..... admiro tu frialdad, esa que me hace necesitarte a ti.
Tantas cosas pasan por nuestras mentes mientras nos movemos a la plaza a disfrutar echados en el pasto el sol que calienta nuestro invierno, pero ya no importa si está nublado o si llueve pues el calor de tu sonrisa y de tu presencia bastan para calentar cada parte de mi ser. Cuando porfin llegamos al lugar con más pasto nos acostamos, yo me desparramo en el suelo y tu te apoyas sobre mi haciendome sentir esa tranquilidad que solo algunos pueden lograr. Te miro nuevamente y sin pensar te digo lo bella que estás, lo bella que eres, tu solo me ignoras y me entregas una pequeña sonrisa incrédula de lo que te digo-seguro a todas les dices lo mismo-. me dices insegura de ti misma al tiempo en el que te corres el pelo de tu rostro, y yo no dejo de pensar que tu no sabes que "todas" es una y eres "tú". Tú que tienes esos ojos tan hermosos que me reflejan incluso lo que no quieres que vea de tí, tú que tiene esas caderas que me matan y ese físico que me vuelve loco, tú que tienes esa presencia que me calma y a la vez me acelera, tú que me escuchas, tú que me hablas.
Sin darnos cuenta nos descubrimos de a poco, mientras sentíamos nuestros cuerpos
cruzarse, nos disfrutabamos mientras al abrazarnos sentiamos nuestros
corazones latir. con cada beso que te daba en tu cuello lograba rasgar una de las capas que no me dejaban ver el centro de tu alma y tu con cada caricia que me regalabas lograbas desnudar mi personalidad . Así, entre nuestra misteriosa y nublada relación sentimos eso que llaman felicidad.
Es impresionante que aún entre la oscuridad de nuestras realidades no hemos quedado ciegos, aprendimos a vernos, aprendimos a crecer, aprendimos a caminar. Y ahora que has sentido mi cuerpo y yo el tuyo en esa noche de pasión bajo la noche que cubría nuestros pasos, y esas estrellas que silenciaban nuestros secretos, terminamos necesitandonos.
-Te invito un helado- digo antes de marcharnos de esa plaza que seguramente cuantas historias a albergado sobre su suelo. A lo que tu mirandome haces una pausa corta y tras meditarlo velozmente respondes fuerte y claro-bueno-. Siempre de pocas palabras, pero quien las necesita si con su cuerpo dice todo, con su forma de moverse, sus gestos únicos, sus sonidos que reflejan incluso más que las mismas palabras, esas que responden todas mis preguntas, ese cuerpo que extraño en mi cama para revolcarnos, ese cuerpo que extraño en mi cama para abrazarlo y dormir.
Y ahora entendemos que en nuestro ser nada lo somos todo, que aun queriendo estar solos, nos acompañamos, ahora entendemos que aunque no queremos una relación, nos relacionamos. Durará lo que tenga que durar, mientras seguiremos disfrutando de nuestra ambigua relación, de nuestros besos, de nuestras risas, seguiremos disfrutando de nosotros y nuestra existencia.
"Todo cambia menos el cielo y sus nubes de colores"
