lunes, 15 de mayo de 2017

entre corazones, espadas y varitas

Llueve sin parar mientras nosotros corremos tomados de la mano riendo buscando donde refugiarnos, no había ninguna casa en los alrededores solo pasto, pero a lo lejos en el prado vemos un árbol grande que nos serviría de techo. Corrimos sin parar hasta que estuvimos cerca del gran árbol, caminas apurada para refugiarte pero yo te detengo sosteniendo tu brazo  y te abalanzo sobre  mi, me pongo a bailar mientras reímos y dejamos que la lluvia termine de mojarnos. Empiezo a bailar lentamente mientras miro tus ojos y disfruto ver como se refleja el fondo de tu alma en ellos. Mientras estoy absorto en ti, y veo como las gotas de lluvia acarician tu piel y tus labios pongo mi mano en tu cintura y te acerco más a mi, siento el palpitar de tu corazón y veo que no paras de sonreír. Tomas la iniciativa y lentamente te acercas a mis labios mientras yo espero, te detienes a unos centimetros esperando que yo haga el resto, en esos segundos solo se escuchaba la lluvia caer y el sonido de las hojas mientras bailan con el movimiento del viento. me doy un momento para disfrutar de esta acción que provenia de nuestro amor, del momento perfecto bajo está tormenta de invierno. Tu seguías con tus labios estirados y tus ojos cerrados esperando que haga algún movimiento, así que yo empecé a cerrar mis ojos y dejo que mis labios toquen los tuyos, nos abrazamos y acariciamos mientras reflejamos nuestro amor en un largo beso, mientras sentimos nuestros cariños, nuestra existencia, mientras sentimos la lluvia caer en nuestros cuerpos. seguimos abrazos pero alejamos despacio nuestras cabezas mientras abrimos nuestros ojitos, nos miramos y sonreímos. Caminamos hacía el gran árbol y entramos en un agujero que había en su tronco, con mi espada rompo algunas ramas y tu con tu varita lanzas un hechizo de fuego y prendes la madera que junte, nos sacamos la ropa para ponerla a secar e improvisamos una cama con lana de oveja que teníamos del pueblo anterior y unas sabanas que yo traje de mi mundo. Nos acostamos sin miedo a que vengan los trolls porque sabiamos que no saldrían con lluvia, odian el agua, ese debe ser el motivo del porque son tan fétidos. Así que acostados, mientras disfrutabamos la lluvia y el movimiento de las hojas te abrazo, apoyas tu cabeza en mi pecho y cerramos los ojos, no teníamos frío pues teníamos nuestros corazones llenos de calor, no teniamos miedo porque nos sentíamos seguros el un con el otro. Sabíamos que teníamos prisa por llegar a oblivion, pero este momento perfecto era para que lo disfrutaramos, para que olvidaramos todo lo que nos había pasado.
Ya mañana la travesía seguiría, ya mañana tomaremos nuestra espada y nuestra varita, por ahora solo tomemos nuestras manos.    

"Todo cambia menos el cielo y sus nubes de colores"

No hay comentarios:

Publicar un comentario