Una dieta de oración y contemplación hacen un alma sana y fuerte. Nunca dejemos de alimentar nuestro espiritu, porque puede que en algún momento sin darnos cuenta nos volvamos obesos del mundo, llenos de pecados, llenos de odio, falta de empatía, llenos de quejas y millones de cosas más, porque si no nos fortalecemos el espejo en el que nos miramos se verá opaco y no lograremos vernos con los ojos con los que Dios nos ve, llenos de amor, llenos de alegría.
Pero este magnifico entrenamiento no es fácil, se requiere perseverancia para poder continuar cada vez que caemos, se requiere energía para no detenernos en medio de nuestro camino, se requiere fuerza para reconocer nuestros lados más oscuros, llorar para desahogar nuestro corazón y se requiere humildad para darnos cuenta de nuestros errores y seguir avanzando.
Esta es la oferta de Dios, un gimnasio para el espiritu en el que se paga salvando tu propia alma y las de aquellos que no lo conocen, que no solo se aplica tres veces a la semana, ni solamente por un mes sino por toda nuestra vida, toda nuestra existencia.
"Entregale a Dios tu corazón desde tu propia forma de ser, conversa con el como si fuera tu mejor amigo simplemente siendo tu mismo, con tus rabias, excusas y dudas pero también aprende a amar como el te ama para que seamos capaces de darle gracias, entregarle nuestras alabanzas y cantos.
No necesitas mostrar algo que no eres, no necesitas mostrarte como el que menos peca, ni el que se las sabe todas, no necesitas hacer esto para lucirte con los demás...sino para fortalecer tu espiritu y tu conexión con Dios, ampliar el "wifi" de tu ser. De esa forma ya no necesitaras hablar de ÉL cada vez que estás en algún lado, porque tus ACCIONES demostrarán en que tiene FE y cual es tu felicidad"
Pero este magnifico entrenamiento no es fácil, se requiere perseverancia para poder continuar cada vez que caemos, se requiere energía para no detenernos en medio de nuestro camino, se requiere fuerza para reconocer nuestros lados más oscuros, llorar para desahogar nuestro corazón y se requiere humildad para darnos cuenta de nuestros errores y seguir avanzando.
Esta es la oferta de Dios, un gimnasio para el espiritu en el que se paga salvando tu propia alma y las de aquellos que no lo conocen, que no solo se aplica tres veces a la semana, ni solamente por un mes sino por toda nuestra vida, toda nuestra existencia.
"Entregale a Dios tu corazón desde tu propia forma de ser, conversa con el como si fuera tu mejor amigo simplemente siendo tu mismo, con tus rabias, excusas y dudas pero también aprende a amar como el te ama para que seamos capaces de darle gracias, entregarle nuestras alabanzas y cantos.
No necesitas mostrar algo que no eres, no necesitas mostrarte como el que menos peca, ni el que se las sabe todas, no necesitas hacer esto para lucirte con los demás...sino para fortalecer tu espiritu y tu conexión con Dios, ampliar el "wifi" de tu ser. De esa forma ya no necesitaras hablar de ÉL cada vez que estás en algún lado, porque tus ACCIONES demostrarán en que tiene FE y cual es tu felicidad"
"todo cambia menos el cielo y sus nubes de colores"
No hay comentarios:
Publicar un comentario