lunes, 27 de febrero de 2017

Café thomson: "una noche de esas distintas"

0:32
Lunes

Miro como pasan los autos frente a mi a través de la ventana mientras yo apoyo mi rostro en la mesa. Mientras veo cada automovil que pasa pienso en ti, fue tan poco tiempo el que nos dimos para conocernos, pero suficiente para que yo abriera mi corazón a ti. Recordar cada cosa de ti, como que siempre dices "ah" cuando estas nerviosa, que mueves tus pies cuando estas ansiosa, que cuando no deseas hablar de algo miras al suelo o a cualquier parte menos al rostro de la persona, recuerdo que tu plato favorito es la lasaña, que amas ir tomado de la mano con la persona que amas, te hace sentir segura. Tu flor favorita es la flor de la pasión, recuerdo ver como disfrutabas la oración cuando te miraba, que disfrutas estar con tus amigos, recuerdo que hubo un tiempo en el que no podias estar sola y llorabas. Tanto guarde en mi mente en tan poco tiempo, Pero no me percate en que tu no guardabas parte de mi en tu memoria.
Levanto mi cabeza y tomo un poco de cafe y sigo mirando por la ventana, todavía recuerdo tu beso. Esos labios suaves que se encontraban con los mios en un minuto en que Dios nos permitio disfrutar la soledad acompañados, un beso tan fugaz pero eterno a la vez. Ahora me conformo con saber que existe tan hermosa mujer, que vivi ese beso con tan perfecta creacion de Dios, esa obra perfecta echa con tantas imperfecciones pero que no deja de ser bella.
Aun asi, se que aunque desee otro beso, Quizás ese sea el primero y el último.
Tomo lo que me queda de café, me pongo de pie para irme a mi casa, camino unos metros y me detengo frente al ventanal que da a la misma calle que miraba y pienso :"sé que tengo un corazón fragil, se que esta herido por todo lo que vivi antes de ti, pero a pesar de que sufro por tu decision, mi corazón te espera y te anhela, generaste algo en mi que sano una cicatriz que vaciaba mi alma. Ahora no me rendire, te esperare y estare ahí para ti. Decidas unirte a mi o no" sonrio levemente, con esas sonrisas que no son ni alegres ni depresivas, algo entre medio. Camino a la salida y desaparezco en la noche.

"Todo cambia, menos el cielo y sus nubes de colores"

martes, 21 de febrero de 2017

Café thomson: "fiesta nocturna"


martes 3:39 a.m

Entro sin ganas de nada, mis amigos caminan a mi lado celebrando la vida como si no hubiera un mañana, mientras yo lo único que pienso es en irme a mi casa, tomarme un vaso de jugo y dormir. Ellos deciden ir a buscar algunas mujeres para bailar, yo en cambio me dirijo al bar a pedir un mojito, un trago que me haga olvidar todo lo que ha sucedido estos días, mis penas, mis confusiones mentales, mi llanto, que me haga olvidar que tengo un corazón destruido por mi propia mano.
Paso unos minutos mirando el vaso como si fuera ese objeto el que me ayudará encontrar mi camino, de pronto mi cuerpo se mueve automaticamente para mirar a una orilla, sin motivo alguno, como si Dios quisiera que viera hacia esa esquina. Entre la oscuridad de la noche y las rafagas de luces de la fiesta logro visualizar nitidamente tus ojos, tu rostro. Estas con tus amigas celebrando un cumpleaños, te veo reír, te veo mirar con esos ojos coquetos, que poseen esa forma que te obliga a cruzar tu mirada con la suya y conectar tu alma a la de ella, siendo prisionero de su existencia. No puedo negar que mientras bebo mi vaso mi corazón late rapidamente, no por el calor del mojito, ni por la gente que baila calentando el espacio del local, sino por tu simple mirada que agitó mi cuerpo.  Aún sintiendo todas estas cosas decido quedarme sentado, veo que decides ir a bailar con tus amigas y en mi mente solo aflora la idea de acercarme lentamente a ti mientras te mueves, tomar tu cintura con seguridad pero gentilmente y besarte los labios de forma lenta, de esos besos que detienen el tiempo, que te hacen sonreír. Pero no, por esta noche solo me alegro por haberte visto, que animaras un poco mi noche, pero mi corazón todavía yace perdido y quebrado.  Si Dios quiere nos volveremos a encontrar cuando mi pecho cierre el agujero que posee. me bebo lo poco y nada que me queda en el vaso, pesco mi chaqueta, te miro, me miras, sonreimos, corres tu mirada coquetamente y yo salgo del local con una sonrisa en los labios y en el alma. Mientras camino me digo: "Diosito, espero que nos vuelvas a cruzar en otra oportunidad".


"Todo cambia menos el cielo y sus nubes de colores"